La vigilia de Reyes un fuego se inició en el piso primero segunda del edificio número 244 del humilde barrio de Santo Roc, en Badalona. Las personas que eran en el piso huyeron y el fuego se esparció escaleras arriba. Muchos vecinos se vieron atrapados por las llamas y por el humo. Tres de ellos murieron y un bebé se salvó casi de milagro después de ser ingresado en estado crítico en el Hospital del Vall d’Hebron. Casi treinta personas tuvieron que ser atendidas a raíz de este siniestro.
No era la primera vez que en el barrio de Sant Roc experimentaban un incendio como este. Por suerte, hasta ahora no se habían producido víctimas mortales. "Tarde o temprano tenía que pasar" es la expresión más habitual de los vecinos de esta zona. Hace un año, en el bloque número 245 se incendiaron los bajos. El susto fue enorme y los vecinos se cerraron en sus pisos. El fuego se acabó apagando solo. Los afectados denunciaron que nadie se acercó a ayudarlos y que no fue hasta después de sus quejas reiteradas que el banco propietario de los bajos, el BBVA, tapió el acceso al piso afectado. Tardaron meses en apuntalar y limpiarlo. La presión vecinal consiguió que el banco pagara una indemnización y apenas ahora están cambiando el cableado eléctrico.
Cómo en el caso del bloque 244, los bajos donde se inició el incendio tenían luz porque sus usuarios habían pinchado las instalaciones eléctricas. Los activistas que defienden el derecho a la vivienda consideran intolerable que se acuse a los vecinos de unas deficiencias de las cuales las empresas suministradoras no tienen interés a poner remedio.
La Alianza contra la Pobreza Energética (APE) y un colectivo de bomberos elaboraron un protocolo de actuación para evitar más incendios como los de Sant Roc. Este protocolo se hizo llegar a la consejería de Interior ahora hace dos años, y su titular, Jordi Jané, se comprometió que el 1 de julio del 2017 estaría vigente tanto en el cuerpo de Bomberos como en el de los Mossos d'Esquadra. Hace unos días, la APE ha pedido una reunión de urgencia con el actual consejero, Miquel Buch, para exigir el cumplimiento de aquel compromiso.
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