Un sargento de los Mossos d'Esquadra está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Mollet del Vallès por la presunta comisión de delitos de desobediencia, omisión del deber de perseguir delitos y coacciones a raíz de la denuncia de uno de los agentes a quién dio órdenes el 1-O.
Según este subordinado, revela El Mundo, el sargento mostró a sus subordinados con el teléfono móvil una foto de su hermana votando y les dijo que nadie lo vería ni usando la fuerza contra la gente ni retirando urnas.
"Deberíais estar orgullosos del uniforme que lleváis, sois la policía del pueblo de Cataluña y allá donde vamos nos aplauden y nos ponen flores", asegura el denunciante que dijo su mando, según publica El Mundo. "Quien no lo vea así es un fascista y hoy se va a trabajar así", añadió el sargento ahora imputado, según la denuncia.
Además, también se investiga a un subinspector y un inspector a quienes se atribuye el haberlo protegido. Según El Mundo, el juzgado de Mollet ha acreditado las maniobras del sargento, que presumió de saber dónde se habían escondido las urnas en un punto de votación de Aiguafreda, indica el denunciante.
El Mundo también cita de la denuncia, presentada por el despacho de abogados Aranda, Melgar & Tàsies, que los agentes evitaron hacer comentarios sobre las instrucciones, recibidas en la comisaría de Premià de Mar durante la tarde del 1 de octubre de 2017, por miedo a posibles represalias.
