Cómo era previsible, el Parlamento británico ha rechazado por una amplia mayoría el acuerdo del Brexit que defendía la primera ministra Theresa May. Ha tenido 432 votos en contra y 202 a favor.
Para votar, los diputados se han desplazado o bien en la sala del "sí" o bien a la del "no", para volver después a la sala principal, donde se lee el resultado.
En la intervención que ha hecho antes de la votación, la primera ministra ha reclamado que se votara el acuerdo para evitar "una catástrofe" y aplicar el resultado del referéndum del 2016, en qué casi el 52% de los votantes optaron para salir de la Unión Europea.
La dirigente británica ha subrayado que la votación es "histórica" y será la más importando que tengan que tomar nunca los parlamentarios porque "determinará el futuro de las próximas generaciones durante décadas".
La líder conservadora ha considerado "poco coherente" el discurso que ha hecho el jefe de la oposición, Jeremy Corbyn, y le ha advertido que la UE ha dejado claro que no se podrá renegociar el acuerdo del divorcio.
Después de perder la votación, May ha convocado para mañana una moción de confianza y Corbyn ha anunciado también una moción de censura.