Los ‘piratas’ atacan Begur

Tres empresas vinculadas con paraísos fiscales promueven proyectos inmobiliarios
Imagen de la Pedrera de s'Antiga de Begur

El municipio de Begur, en la Costa Brava, sufre una repentina agresión a su patrimonio natural, ya muy malogrado después de la fiebre especuladora urbanística desatada durante la dictadura franquista. Bajo el actual mandato del alcalde Joan Loureiro (ERC) se han desempolvado viejos proyectos que habían quedado aparcados a raíz del estallido de la burbuja inmobiliaria del 2007 y las máquinas excavadoras y las grúas han vuelto a proliferar en los bosques de las paradisíaques calas de Sa Riera, sobretodo Sa Riera, però también Aiguablava, Sa Tuna, Montcal y hasta veinte sectores más.

Esta nueva invasión del cemento no sólo es un atentado contra los valores paisajísticos de la Costa Brava. Es sabido que los paraísos fiscales esconden dinero de origen escabroso y, precisamente, tres de las empresas que promueven destructores proyectos inmobiliarios en Begur están vinculadas accionarialmente con estos refugios de 'piratas' de las finanzas internacionales.

La cantera de S'Antiga operó durante años de manera irregular. En vez de hacer la restauración, el Ayuntamiento de Begur ha dado permiso para construir 24 viviendas de lujo. La empresa promotora, Ses Negras SL, está administrada por Joan Gual, hijo de un exalcalde convergente de la localidad. De comercializar estos chalés se encarga la empresa Bacanar SL, que, a su vez, participa en la sociedad Albacsari Investments SL, de la cual son administradores mancomunados Joan Gual y la rusa Maria Bulatova, residente en Marbella. El accionista mayoritario de Albacsari Investments SL es lo hòlding BC Alliance Inversiones Ltd., radicado en Chipre –el paraíso fiscal preferido de los rusos– y que dirige la también rusa Galina Smirnova.

Según las sospechas de la plataforma ecologista Salvamos Begur!, la exclusiva urbanización de Se Antigua se destinará a alojar grandes oligarques rusos. El precio de cada chalé ronda los dos millones de euros.

En los alrededores de la cala de Aiguafreda, la empresa Comercial Cabeza Sana Sal SL promueve la urbanización de 70 hectáreas, con la construcción de 260 viviendas y tres hoteles. El 99,9% del capital de esta empresa es propiedad de la holandesa Pil Corporation BV, que, a su vez, está controlada por la sociedad Esridge Company NV, radicada al paraíso fiscal de Curazao. Detrás de esta estructura offshore se esconden los intereses de la familia colombiana Molano. Por su parte, la empresa Stoneweg está construyendo 52 chalés de lujo a Sano Riera. Fundada a la opaca Suiza, su presidente tiene unos apellidos bien nostrats: Jaume Sabater Martos.

 

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