La perra Sota, un problema más para Colau

Una entidad animalista de Andalucía, la primera que denuncia el caso del animal muerto por el disparo de un agente
Perra Sota

Los amantes de los animales están en pie guerra por Sota, la perra que murió por el disparo de un agente de la Guardia Urbana de Barcelona. La reacción ciudadana no tiene precedentes y se ha colado con fuerza en medio de la agenda política barcelonesa.

Una entidad animalista de Andalucía ha sido la primera a denunciar el caso de la perra. Algunas organizaciones se ha adherido y el PACMA estudia hacerlo.

Desde el día de los hechos se han ido sucediendo concentraciones en las calles, peticiones en linea y protestas a través de las redes sociales.

Cerca de 200.000 personas han firmado un manifiesto de PACMA para exigir responsabilidades por la muerte de Sota, un mestizo de labrador de dos años y medio que pasó casi toda su vida con Tauru Ruusalu, un joven nómada estonià que vive en las calles de Barcelona.

El pasado miércoles, después de un incidente, el policía apuntó y disparó a la cabeza de Debajo a tres metros del estonio. La versión oficial dice que la perra le mordió. Ruusalu lo niega y asegura, además, que después de los hechos los policías le pegaron.

El caso está a los juzgados, con denuncias cruzadas, mientras el Gobierno de la alcaldesa Ada Colau aseguró el viernes que está "consternado" y que investigará el caso.

El pasado sábado, miles de personas (4.000 según la organización) se concentraron ante el Ayuntamiento, en la plaza de Sant Jaume, para reclamar "justicia para Sota", y condenar el policía "asesino". En paralelo, las campañas de solidaridad de grupos animalistes en Internet y de particulares que quieren dar su dinero en el caso y ayudar al joven propietario de la perra se desatan.

Por otro lado, mucha gente, dolida e indignada, también ha iniciado una campaña de presión contra el hotel que hay cerca de donde pasaron los hechos, puesto que una ciudadanía dijo por redes sociales que eran ellos los que habían avisado la Guardia Urbana. "Nos llaman unas 300 veces al día para insultarnos y amenazarnos", ha explicado a Animalados el director del Hotel Ayre. "Nosotros no avisamos la Guardia Urbana", precisa.

La alcaldesa Colau se ha visto obligada a responder a las protestas. En un mensaje difundido a través de las redes sociales, la alcaldesa pide "pruebas documentales y testigos que hayan presenciado el hecho y que estén dispuestos a declarar". La alcaldesa reclama "aclarar qué pasó".

 

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