Los que concedió el decimoquinto Festival de Cine y Derechos Humanos de Barcelona en su gala de clausura, celebrada el pasado viernes 23 de noviembre en los cines Texas. A Joan Manuel Serrat le otorgaron el premio 'Voces' mientras que el Premio de Honor se concedió a los "Líderes de la sociedad civil y políticos encarcelados". Este último premio fue recogido por un hijo de Jordi Sánchez y una sobrina de Jordi Turull, que hicieron un breve parlamento denunciando el encarcelamiento de sus familiares.
En la misma gala también fue premiado el periodista gerundense Albert Soler, que publica artículos muy críticos con el proceso independentista y sus dirigentes en el 'Diari de Girona'. El director del Festival, Toni Navarro, explicó que se merecía el reconocimiento por su "espíritu crítico y porque representa una de las voces más singulares e importantes de Catalunya". Soler, en su intervención, denunció que la libertad de expresión es atacada en Catalunya tanto desde la derecha como desde la izquierda y afirmó que los niños catalanes quieren ser 'botiflers' cuando sean grandes. Se mostró orgulloso de compartir este calificativo con el propio Serrat y otras personas como Javier Cercas, Montserrat Caballé, Guillem Martínez, Ramon de España o Xavier Rius. "No nos callarán", acabó gritando.
El premio 'Miradas' recayó en un cortometraje que refleja las tensiones familiares provocadas por el 'proceso': 'Noche de paz', de Santiago Requejo.
