El actual secretario de la junta directiva del FC Barcelona, Jordi Calsamiglia, abogado de profesión y presidente de la comisión de disciplina, se ha planteado seriamente presentar su dimisión como consecuencia de las críticas y la falta de apoyo alrededor de su figura durante los últimos meses.
Como presidente de la comisión de disciplina, Calsamiglia ha liderado y ejecutado de una manera implacable el castigo a 2.880 socios del FC Barcelona acusados y sancionados por haber revendido su abono para asistir al partido Barça-Real Madrid de la temporada pasada. El fraude detectado permitió, incluso, desarticular una banda dedicada a la falsificación de entradas, abrir una investigación de la Fiscalía y detener a varias personas en el caso.
Sin embargo, las quejas de centenares de socios, en algunos casos implicando a directivos de comisiones, directivos de peñas y barcelonistas distinguidos, suscitaron malestar desde dentro de la estructura del club, ya que se entendía que había sido una actuación excesiva y sin sensibilidad hacia socios con una acreditada reputación.
La comisión de disciplina, no obstante, se ha mostrado inflexible hasta la fecha, limitándose a tramitar los expedientes sin atender los muchos casos de socios que habían solicitado una audiencia personal. El proceso, además, se ha complicado mediáticamente por las acusaciones de un colectivo de afectados de estar favoreciendo a una empresa de venta de entradas, Ticketmaster, cuyo CEO es Eugeni Calsamiglia, hermano de Jordi Calsamiglia. Aunque no se ha establecido ninguna relación, el desgaste provocado por esta situación le está pasando factura.
Jordi Calsamiglia medita marcharse mientras se da por segura su renuncia al cargo de secretario de la junta y puede ser que de la propia comisión de disciplina. La vicesecretaria Maria Tejedor ocuparía su lugar en ese supuesto.
