Una carta remitida por el ministro de Asuntos Exteriores, el catalán Josep Borrell, al presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, ha apagado el incendio diplomático en cuyo marco representantes del Comité Olímpico Internacional (COI) habían amenazado a España de impedir que albergara acontecimientos deportivos internacionales.
En el epicentro estaba la presencia de atletas de Kosovo en territorio español. Finalmente, Borrell ha ofrecido garantías a los deportistas kosovares, incluidas la obtención de visados y el uso de sus símbolos nacionales como marca el protocolo olímpico.
Aunque Borrell recuerda en su carta que España no reconoció la declaración de independencia de Kosovo y que su intervención en relación a los deportistas no representa una modificación de la posición española sobre este estado, asegura que el gobierno español mantiene "una posición constructiva".
Asimismo, Borrell niega que España denegara el visado a los deportistas kosovares que han participado en el mundial de kárate recientemente. Según explica el ministro, aquellas personas que pidieron el visado por vía legal a la embajada español en Macedonia lo obtuvieron.
Por otro lado, el ministerio de Asuntos Exteriores ha anunciado que remitirá una queja formal al COI por "informaciones falsas" que atribuye a un alto cargo del organismo. Se trata de una alusión al manresano Pere Miró, director general adjunto del COI, quien dijo que España había negado los visados a los atletas kosovares.
La resolución de esta controversia, en cualquier caso, elimina el riesgo de veto por parte del COI a la candidatura Barcelona Pirineo para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno del 2026.
