La elección de Manuel Marchena para la presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Supremo hace que el hasta ahora presidente de la sala segunda del Supremo (la sala de lo penal) tenga que dejar de presidir el tribunal que juzgará los presos políticos. El régimen de incompatibilidades lo impide.
Así, el juez Andrés Martínez Arrieta presidirá el tribunal del Supremo que juzgará Oriol Junqueras y los otros 17 líderes independentistas acusados de rebelión y otros delitos por la organización del referéndum del 1-O.
Martínez Arrieta ya formaba parte de este tribunal de siete jueces, y es considerado más moderado que el juez a quien sustituirá, Manuel Marchena, según el pacto al cual han llegado PSOE y PP.
Martínez Arrieta será el presidente porque es el miembro con más antigüedad de la sala de lo penal del Supremo, tal como marcan las normas de funcionamiento de este tribunal.
Este juez es miembro fundador de la asociación judicial Francisco de Vitoria, que como Jueces por la Democracia, es una escisión de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura.
Es uno de los magistrados del Supremo que las defensas de los acusados en el proceso intentaron recusar sin éxito. Argumentaban que había formado parte de Sala que había admitido a trámite la querella por rebelión y que no podía ser miembro del tribunal.
Pero la recusación no prosperó y finalmente será miembro, presidente y podría ser también el ponente de la futura sentencia. El tribunal está ahora formado por Andrés Martínez Arrieta, Juan Ramón Berdugo, Luciano Varela, Antonio de Moral, Ana María García Ferrer y Andrés Palomo.
Según fuentes judiciales citadas por la agencia EFE, el séptimo miembro podría ser Susana Polo, una juez que hace poco que está en el Supremo y que no ha tenido ningún contacto con este caso.
