El 10 de diciembre, los activistas que defienden una salud pública están convocados a una nueva jornada de denuncia de las largas listas de espera que sufren los ciudadanos en los CAP y en los hospitales del país. Será la tercera jornada de lucha con este objetivo que se celebrará este año, y surge de una iniciativa de la Marea Blanca de Cataluña.
Los portavoces de la Marea Blanca catalana propusieron esta iniciativa en la reunión que celebró en Barcelona, el pasado 20 de octubre, la Coordinadora Estatal de Mareas Blancas, que se sumó rápidamente. Los centros sanitarios catalanes tienen unas largas listas de espera, pero este es un problema que comparten las otras comunidades autónomas. Las reiteradas denuncias por el tiempo que tienen que esperar los ciudadanos para ser atendidos en los centros de atención primaria o para ser sometidos a las operaciones que necesitan no han dado muchos frutos hasta ahora.
El comunicado en el que se anunció este acuerdo se dice que "¡hay que convertir el próximo día 10 de diciembre en un grito enorme de basta! que se extienda de norte a sur y de este a oeste. No basta con convocar. Hay que trabajarlo, tanto desde bajo como desde arriba. Cómo explicaban los compañeros de Terrassa en la reunión de la coordinadora estatal, cuando ya se tiene la fuerza vecinal en el ámbito local son imprescindibles los trabajadores y las trabajadoras y por eso hay que hablar con las juntas de personal, los comités de empresa y las secciones sindicales. Pero tampoco podemos olvidar que hay que trabajar con las direcciones de los sindicatos y las fuerzas políticas. Una acción con el apoyo del máximo número de sindicatos y avalada por las fuerzas políticas no puede ser ignorada por los medios de comunicación, ni por los altos responsables de la administración, ni por el conjunto de la sociedad. Tiene que ser un esfuerzo colectivo. De todas y todos".
Trini Cuesta, portavoz del colectivo SAP Muntanya y de la Marea Blanca, recordaba, en declaraciones al programa La Plaça dels Futurs, de Radio Municipal de Terrassa y la asociación Sicom, que "no nos podemos resignar a una situación de colapso de la sanidad pública. Los ciudadanos se tienen que rebelar".
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