Polémica en Tarragona por la designación del nuevo presidente del puerto de la ciudad, competencia que tiene atribuida el consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, a pesar de que esta infraestructura es de titularidad estatal. Después de unos meses de impasse, Damià Calvet se ha decantado finalmente por un político declaradamente independentista para ocupar este cargo: el actual alcalde de Riudoms y vicepresidente de la Diputación, Josep Maria Cruset. Además, Cruset es el presidente del PDECat de la zona de Tarragona.
Esta decisión ha causado un fuerte malestar en la ciudad, puesto que rompe dos tradiciones: que el presidente del puerto esté vinculado a la actividad económica y empresarial y que sea de Tarragona. Josep Maria Cruset no cumple ninguno de estos parámetros y su nombramiento ha provocado un alud de críticas.
El consejero Damià Calvet ha optado por un perfil fuertemente politizado para presidir el puerto de Tarragona, que choca con las necesidades objetivas de esta infraestructura, de vital importancia por la economía de las comarcas del sur. El anterior presidente del puerto, Josep Andreu, se había desmarcado del conflicto independentista, a pesar de que también fue nombrado por CDC (PDECat). En cambio, Josep Maria Cruset es conocido por ser un secesionista del sector duro y este sesgo sectario ha molestado el Ayuntamiento de Tarragona, que preside el socialista Josep Fèlix Ballesteros.
