Un año después de haber marchado de Cataluña, la ex consejera de Educación Clara Ponsatí, exiliada en Escocia, se muestra muy crítica con los presos. En una entrevista a El Punt Avui, Ponsatí asegura que no entiende que sus compañeros de gobierno fueran a declarar a la Audiencia Nacional el 2 de noviembre del año pasado.
Cree que todos los que se pusieron en manos de la justicia directamente se entregaron. Según la ex consejera de Enseñanza, el Gobierno tenía unas obligaciones históricas y, a pesar de que ella no habría hecho la DUI, dice que esto les obligaba como mínimo a mantener la dignidad y a no doblarse ante unas instituciones de quienes se acababan de separar. Eso sí, reconoce que todo pasó de una manera muy extraña y les confiesa todo su respeto.
Ponsatí defiende el papel de los que se quedaron en el extranjero. Considera que han puesto al Estado en jaque y, en este sentido, cree que si todo el Gobierno hubiera ido a "el exilio", la situación habría sido infinitamente más potente.
En esta entrevista, Ponsatí también reprocha el juego que hacen ahora los partidos independentistas. Encuentra que el independentismo tiene que hablar con más claridad a su base social y no acaba de entender la estrategia de Esquerra.
Según la ex consejera, la única salida son unas elecciones, puesto que dice que ahora mismo el Parlamento no tiene mandato. Y también advierte que si el Estado español quiere sobrevivir como estado democrático tendrá que haber una amnistía. Por eso, avisa que, mientras tanto, no se puede negociar nada.
