El Tribunal Supremo ha cerrado la instrucción sobre el procés y ha enviado dieciocho dirigentes independentistas a juicio, entre las cuales está el ex-vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, la ex-presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y los ex-consejeros Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Meritxell Borràs, Dolors Balsa, Carles Mundó y Santi Vila.
En cambio, el Supremo también ha confirmado el sobreseimiento de la causa contra el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, la ex-dirigent del PDECat y actual senadora, Marta Pascal, y la ex-presidenta de la AMI y alcaldesa de Vilanova i la Geltrú, Neus Lloveras.
A partir de ahora, las acusaciones ejercidas por la Fiscalía, la Abogacía del Estado y el partido ultraderechista Vox, tienen que presentar las peticiones provisionales de pena contra los encausados.
También se sentarán en el banquillo de los acusados los ex-miembros de Mesa del Parlament Lluís Corominas, Lluís Guinó, Anna Simó, Ramona Barrufet y Joan Josep Nuet, así como la ex-diputada de la CUP, Mireia Boya.
No podrán ser juzgados los políticos imputados que se marcharon al extranjero para evitar la justicia española, puesto que el juzgo instructor, Pablo Llarena, no consiguió la extradición. Se trata del expresidente Carles Puigdemont, los ex-consejeros Toni Comín, Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Lluís Puig, y la ex-diputada de la CUP, Anna Gabriel.
El presidente catalán, Quim Torra, ha dicho que com este juicio se lleva delante del tribunal a todos los catalanes que participaron en el 1-O, y ha insistido en que su ejecutivo no aceptará una sentencia condenatoria.
