Pedro Chaparro, vicepresidente del partido ultraderechista Democracia Nacional, ha evitado de momento la cárcel aunque tiene dos sentencias que lo condenan a penas de privación de libertad.
La primera le impuso casi cuatro años de cárcel por haber participado en el asalto del Centro Cultural Blanquerna de Madrid durante un acto organizado por la Generalitat de Cataluña en el marco de la Diada de 2013. Esta sentencia está recurrida en el Tribunal Constitucional.
La segunda, de un año de cárcel, se dictó por las amenazas proferidas por este dirigente de Democracia Nacional contra el fotoperiodista Jordi Borràs el 12 de octubre de 2015, durante la celebración del Día de la Hispanidad organizada por colectivos de extrema derecha en Barcelona. En concreto, animó a los asistentes a agredir a Borràs.
Chaparro, para quien la Fiscalía de delitos de odio pidió el ingreso en prisión por reincidente, ha celebrado como una "batalla ganada" en el marco de una "guerra represiva" la suspensión de su encarcelamiento. El Constitucional admitió su recurso de amparo contra la sentencia de 3 años y 11 meses dictada por el Tribunal Supremo por el asalto de Blanquerna, de forma que se aplazó el entrada de Chaparro a la cárcel. Ahora estudia una eventual revisión de la pena.
La defensa de Chaparro, además, alegó que la condena por el asalto de Blanquerna no era firme y ahora un juzgado de Barcelona permite al dirigente ultraderechista evitar la cárcel si en tres años no vuelve a ser condenado por ningún otro delito de odio.
