El Instituto de Educación e Investigación Martin Luther King Jr., una institución de la Universidad de Stanford, ha criticado el uso que hace el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y su gobierno de la figura de Martin Luther King y la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos a favor de la causa independentista.
En declaraciones El Confidencial, el director de este instituto, Clayborne Carson, ha respondido que "no es justo que usen su figura. Luther King trataba de liberar a los afroamericanos de un sistema opresor, y no veo que formar parte de España sea una opresión. Para empezar, nadie impide a los secesionistas ejercer sus derechos humanos fundamentales, ni veo en general que sean oprimidos como grupo, así que uno y otro movimiento no son comparables. Es ir demasiado lejos".
Carson destaca que el independentismo catalán tiene "una motivación económica" y que, por eso, no ve comparables los casos que Torra y otros independentistas se esfuerza en asociar. "Si cada persona en el mundo tuviera el derecho a organizar un movimiento secesionista, habría 10.000 países en el mundo. ¿Y eso haría de este un mundo mejor? Yo creo que no.", reflexiona.
Además, al director del Instututo Luther King le suena "raro que un Gobierno, que por definición tiene el monopolio de la violencia, reclame las tácticas de no violencia de Luther King o Gandhi. Que un Gobierno, que en otras circunstancias no dudaría en emplear la violencia en su favor para reprimir una manifestación, se erija, porque le conviene, en símbolo de la no violencia para justificar sus acciones solo puede ser calificado de hipócrita".
Recordando el caso de los antiaborto, Carson expone que "el hecho de desobedecer y abogar por la no violencia no convierte automáticamente tu causa en justa si con ella estás negando a otros el ejercicio de sus derechos".
"Luther King trataba de construir un mundo que nos uniese a todos, no uno que nos separase y levantase muros. Él trabajaba por un mundo que superase sus diferencias, no por uno que sucumbiera a ellas. Puedo entender el derecho general de la gente a formar su nación, pero deben ser conscientes de que, si lo hacen por motivos culturales o étnicos, crearán en su país una minoría de personas que se sentirán agraviadas y desposeídas de sus derechos, y que en última instancia quizá deberán abandonar su tierra", sintetiza sobre las distancias entre el movimiento por los derechos civiles y el independentismo catalán.