Los taxistas acampan en la Gran Vía

Colapso en el centro de Barcelona y cortes en el aeropuerto por las protestas a raíz de la decisión de no limitar Uber y Cabify
Taxistas acampados en la Gran Vía
Taxistas acampados en la Gran Vía

Los taxistas han reaccionado de forma fulminante a la decisión de no limitar la actividad de Uber y Cabify. Después de una reunión espontánea en el aeropuerto del Prat, la primera respuesta ha sido cortar la C-31 de acceso al aeropuerto e impedir el acceso a la T2. Pero la protesta se ha extendido más allá hasta llegar al centro de Barcelona. Los taxistas han hecho una marcha lenta por toda la Gran Vía de Barcelona.

La circulación se ha complicado con el paso de las horas porque los cortes y las paradas se han repetido. Pasadas las seis de la tarde, los taxistas han quemado varios neumáticos en la carretera C-31, a la altura de Viladecans, en el acceso al aeropuerto del Prat. La acción ha obligado a cortar de nuevo la vía y ha provocado al menos 2 kilómetros de cola. Todo ello, ha agravado los problemas habituales de un viernes por la tarde, con varios accidentes.

Tampoco ha habido servicio de taxis en la estación de Sants, un punto neurálgico donde la afectación ha empeorado la situación provocada por las paradas parciales de dos horas que se han hecho a Renfe y Adif. En el turno de la tarde, de dos horas, sólo ha pasado un tren de cada tres en Cercanías y Regionales.

La indignación del colectivo ha hecho que algunos taxistas hayan optado para sumarse a la protesta sin esperar el resultado de la reunión con la alcaldesa de Barcelona. Después del encuentro, Ada Colau ha pedido calma al sector del taxi y responsabilidad al Ministerio de Fomento.

Finalmente, los taxistas reunidos en asamblea a las 20.30 horas han decidido acampar en la confluencia del Paseo de Gràcia con Gran Vía. Han decidido pasar la noche y, a la vez, han anunciado que piensan mantener la protesta indefinidamente.

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