La victoria de Pablo Casado en el congreso del PP pasará factura a los sorayistas más acérrimos. Entre los militantes catalanes que se han mojado más decididamente a favor de la ex-vicepresidenta del gobierno de Mariano Rajoy está la diputada Alicia Sánchez-Camacho, el ex-delegado del gobierno en Cataluña, Enric Millo, y el ex-jefe de gabinete de presidencia en la Moncloa, José Luis Ayllón.
El caso más destacado es el de Alicia Sánchez-Camacho, ex-presidenta del PP de Cataluña entre los años 2008 y 2017 y actual secretaria primera del Congreso, un cargo muy bien remunerado que ahora le baila, dada la nueva correlación de fuerzas que hay en el partido tras el triunfo de Pablo Casado. El gran protector de la carrera política de Alicia Sánchez-Camacho, el ex-ministro Javier Arenas, ha jugado a fondo la carta de Soraya Sáenz de Santamaría y ha arrastrado a la diputada catalana al bando perdedor.
Horas antes de la decisiva votación que ha entronizado a Pablo Casado a la presidencia del PP, Alicia Sánchez-Camacho se posicionaba públicamente a favor de la ex-vicepresidenta de Mariano Rajoy: «Es el momento que una mujer con experiencia sea la que gane«, dijo en declaraciones a RAC 1.
El futuro político de Alicia Sánchez-Camacho, la gran protagonista del Camargate, es muy oscuro. Se ha trasladado a vivir a Madrid, ha dejado de pintar en Cataluña -donde tenía su fuerza electoral- y ha quedado en fuera de juego tras apoyar a Soraya Sáenz de Santamaría. Está acabada.