El magistrado que instruye el caso Pujol en la Audiencia Nacional, José de la Mata, ha investigado a Jordi Pujol Ferrusola pinchando sus teléfonos desde que salió de la cárcel en diciembre y ha detectado que sigue haciendo negocios y «usando su capacidad de influencia en instituciones de Cataluña», según el contenido de una resolución revelado por El Mundo.
De la Mata, que ha abierto una pieza secreta sobre este seguimiento, se refiere concretamente a comunicaciones con el Ayuntamiento de Bolvir (La Cerdaña). Según la misma información, expresó que haría una gestión con alguien del consistorio para «no pasar frío». A su interlocutora le dijo que tiene el dinero bloqueado y que por eso la cuenta corriente la tiene a nombre de su hija.
Además de referencias a comunicaciones por Whatsapp y llamadas no atendidas, El Mundo también recoge que Jordi Pujol júnior llamó desde un teléfono cuya titular es la sociedad Inmovalgar y habló sobre «la posibilidad de comprar un hotel».
De la Mata, de hecho, indica que Jordi Pujol junior ha efectuado gestiones para la adquisición de un hotel en Cataluña con un dinero que no sería suyo, si bien, siempre según los fragmentos del relato del juez publicados por El Mundo, en el negocio participa «Patricia Urquía Comas, quién puede vincularse con Josep Pujol Ferrusola como representante de los intereses de éste en Madrid».
El instructor del caso también apunta que Jordi Pujol Ferrusola recibió una llamada de Jordi Armengol Morales -de la sociedad Armengol Morales, que tiene una gasolinera en Puigcerdá-, durante la cual Jordi júnior le pide un número de cuenta para devolverle dinero. También ha constatado que el hijo mayor de los Pujol Ferrusola sigue en contacto con Malpaso Holding. Ha pedido facturas al socio y administrador de esta sociedad para que el juez le dé la opción de pagar con la cuenta corriente.
