El departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña concede a la empresa Iberpotash una nueva prórroga de un año para seguir con la actividad minera, que consiste en extraer potasa y otros minerales.
Así, la montaña de sal del Cogulló, en Sallent (Bages), seguirá acumulando la sal vertida por la empresa minera Iberpotash, filial de la compañía israelí ICL.
Esta actividad que deja sal residual en el Cogulló genera un problema medioambiental sobre el cual han alertado desde activistas hasta la misma Unión Europea.
El 2014 el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dictó que Iberpotash tenía que dejar de verter residuos, lo que provocó el enfrentamiento entre vecinos y activistas, por un lado, y la empresa y los sindicatos por la otra.
La sentencia contemplaba como plazo el mes de junio de 2017, y fue ratificada por el Tribunal Supremo. Pero la presión de los sindicatos provocó que TSJC ampliara una moratoria de un año con opción a una ampliación de un año más.
La Generalitat ha decidido ahora conceder la ampliación de la moratoria, argumentando la modificación urbanística que acaba el 30 de junio de 2019.