JxCat ha estado viajando a Berlín constantemente. Las idas y venidas en la estrategia de la formación, y sobre todo los llamamientos a filas de Carles Puigdemont, han hecho que de manera reiterada los diputados hayan cogido un avión para desplazarse donde el jefe de grupo les esperaba para abordar la enésima crisis. La última excursión, pero, tuvo un giro inesperado.
Después de estar todo el día reunidos en Berlín, los diputados de JxCat fueron al aeropuerto alemán para volver hacia Barcelona. Pero un enorme retraso en el vuelo de más de seis horas hizo que la mayoría de los electos optaran para pasar una noche más en Berlín y coger el avión de la mañana siguiente. ¿Por comodidad? ¿Para aprovechar el tiempo? No, para no perderse el partido del Barça de aquella tarde. Así, los diputados cogieron una noche más de hotel, volvieron hacia Berlín, recogieron a su estimado líder Puigdemont, y acabaron a un bar haciendo el hooligan culer animando el Barça cómo si no hubiera un mañana.
Lejos de esconder el cambio de planes o de moderarlo para que no pareciera que estaban de farra con el exiliado por Alemania, la mayoría exhibieron con orgullo la aventura y publicaron fotos y comentarios en las redes sociales. Después habrá quién se quejará cuando se les acuse de estar viviendo la vida loca mientras denuncian que Cataluña sufre «una crisis humanitaria».
