Torra dice ahora que los tuits iban contra «el gobierno del Estado»

El candidato a la investidura disculpa sus artículos esgrimiendo que el periodismo requiere "intensidad"
quim torra segon debat investidura
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«Me arrepiento y no volverá a pasar». Con estas palabras, parecidas a las de la famosa comparecencia de Juan  Carlos I después de su cacería en África, ha reiterado Quim Torra sus disculpas por los tuits y artículos que publicó contra «los españoles» y los castellanohablantes en Cataluña.

A diferencia del anterior jefe del Estado, quien abdicó tras admitir que «me he equivocado», el candidato que la mayoría parlamentaria independentista investirá como 131º presidente de la Generalitat este lunes ha dado a entender que los equivocados son otros en cuanto a la interpretación de sus controvertidos mensajes de Twitter.

En concreto, Torra ha dicho que lamenta si han ofendido a alguien las «piadas sacadas de contexto» que asegura que dirigía «al gobierno del Estado» -y no «a los españoles», como literalmente escribió-. En cuanto a sus artículos, se ha excusado esgrimiendo la «intensidad» que considera que requiere el periodismo.

«No queremos una Cataluña uniforme», ha afirmado el candidato, que también se ha comprometido con hacer una república para los 7,5 millones de habitantes de Cataluña. «Con la república nadie tiene que renunciar a nada, tendremos un país mejor para todo el mundo, vote lo que vote, piense lo que piense», ha asegurado.

Por otro lado, se ha comprometido a revertir la privatización de Aigües Ter-Llobregat (ATLL), la gran operación de esta naturaleza del gobierno de Artur Mas, tumbada por la justicia. También lanzad un guiño sobre la situación del mayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluís Trapero cuando ha anunciado que revertirán «el daño» que asegura que ha causado a los Mossos la aplicación del artículo 155.

Además, ha manifestado que «Cataluña tiene que trabajar por una escrupulosa separación de poderes«, si bien pretende retomar el hilo de la Ley de Transitoriedad, la cual establecía un diseño transitorio sin separación de los poderes ejecutivo y judicial.

Además de describir la situación de los catalanes como la de un «pueblo subordinado», ha expresado que «la libertad tiene nombre de república» también para el «pueblo español». «República catalana y república española», ha especificado.

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