Dime qué tuiteas, y te diré quién eres

El refranero recoge: «Dime con quién andas, y te diré quién eres». Quiere decir que se puede conocer a una persona a través de su grupo de amigos o de sus compañías. Adaptada a las actuales circunstancias, vendría a ser: «Dime qué tuiteas, y te diré quién eres». He dudado a la hora de titular el presente escrito entre la citada dicha u otra de más evangélica: «Quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra», que se dice cuando todos somos culpables de un hecho, en el alusión al episodio del evangelio de Juan (8,1-11) en el que los maestros de la ley querían lapidar a una mujer acusada de adulterio; Jesús les responde con esta frase. Ajustada a los hechos que nos ocupan, diría: «Quien esté libre de tuit, que tire la primera piedra».

Viene a cuento de la media docena larga de tuits escritos hace seis años por quien probablemente será el próximo presidente de la Generalitat, Quim Torra. Entre muchos, decía:

«Los españoles sólo saben expoliar».
«Evidentemente, vivimos ocupados por los españoles desde 1714».
«Franceses y españoles comparten la misma concepción aniquiladora de las naciones que malviven en sus Estados».
«Fuera bromas. Señores, si seguimos aquí algunos años más, corremos el riesgo de acabar tan locos como los mismos españoles».
«Vamos en coches particulares y nos lo pagamos todo. No hacemos como los españoles».
«Los españoles en Cataluña son como la energía: no desaparecen, se transforman».
«Vergüenza es una palabra que los españoles hace años que han eliminado de su vocabulario».
«Sobre todo, lo que sorprende es el tono, la mala educación, la ‘pijería’ española, sensación de inmundicia. Horrible».
«Oír hablar Albert Rivera de moralidad es como sentir los españoles hablar de democracia».
«[Los del PSC], pobres, hablan el español como los españoles».

La verdad, encuentro vomitivos algunos de los comentarios que escribió en su día Torra. En estos momentos del partido, esconder, borrar, matizar o lo que sea, tuits por no haber contado a cincuenta antes de publicarlos, no dice mucho ni bien del talante del que hoy se postula a la presidencia de mi país. En algunos casos, hubiera sido tan sencillo como cambiar ‘españoles’ por ‘Estado español’; en otros, el texto no aguanta ni con el lifting que propongo, simplemente no los debería haber escrito nunca. Entonces, a pesar de que ha pasado tiempo, y el cerebro de Torra puede haber evolucionado (hacia bien), cuesta aceptar que alguien que hace unos años escribía lo que escribía pueda representar la diversidad de un país donde conviven catalanes, españoles y gente provenida de otros países. Apagar el fuego con gasolina es más propio de pirómanos, que de estadistas, y lo que urge ahora y aquí es un estadista que sepa conciliar las dos Catalunyas. Así, vistos los precedentes, parece que vamos a ‘guatapeor’.

Sin embargo, encuentro igualmente vomitivos otros tuits de otros políticos que, paradójicamente, estos días critican los de Torra. El caso más relevante es el del líder de Ciutadans, Albert Rivera, que publicó las fotografías de los nueve profesores investigados por supuestamente humillar hijos de agentes de la Guardia Civil después del 1-O; de aquellos nueve, cuatro siguen investigados, los otros ya no. Es lo que tiene señalar a gente cuando todavía no hay sentencia acusatoria… Pero el mal de muchos no es una excusa para no censurar comentarios como los que hace años escribió Torra. Por otra parte, las disculpas tampoco me han parecido bastante contundentes. Resumiendo, ‘dime que tuiteas, y te diré quién eres’…

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