Quim Torra, el candidato a ser investido presidente de la Generalitat que ha designado Carles Puigdemont, ha lamentado en una entrevista concedida al TN Migdia (TV3) que se esté destacando de su trayectoria pública una serie de tuits -de carácter abiertamente hispanófobo- por los que ha pedido «disculpas», indicando que su intención no era ofender a nadie. Se ha referido a aquellos mensajes, con los que denigraba a «los españoles», como «seis tuits publicados hace seis años».
Por otro lado, ha asegurado que sólo contempla obedecer la voluntad del Parlamento de Cataluña. En ese sentido, ha explicado que el gobierno que pretende presidir retomará el «hilo histórico» del 1-O y el 27-O, en referencia a las leyes suspendidas por el Tribunal Constitucional (TC), cuyo contenido ha adelantado que quiere recuperar. En particular, ha dicho que iniciarán un proceso constituyente, a lo que la mayoría independentista del Parlamento catalán instó al gobierno de Puigdemont en una de las resoluciones del 27-O anuladas por el TC.
Torra ha descrito la situación de los dirigentes independentistas encarcelados o instalados en el extranjero como una «crisis humanitaria» y ha anunciado que una de sus primeras decisiones como presidente será poner en marcha «un comisionado» para investigar los efectos de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. «Entramos en una etapa donde la ciudadanía lo tiene que saber todo», ha declarado para expresar un compromiso de «total transparencia».
Preguntado sobre si ocupará el despacho presidencial al Palau de la Generalitat, el flamante candidato de JxCat ha dicho que desconoce donde tendrá que ubicarse. También ha afirmado que «el país necesita hablar de vida» y que uno de los principales objetivos de su presidencia será, además de un «plan de políticas públicas muy potente para prevenir el intento de fractura social» y la «internacionalización», dotar a la legislatura de elementos que simbolicen el «carácter excepcional» del momento. En este punto, ha avanzado que colgará un lazo amarillo en la fachada del Palau de la Generalitat.
Sin aportar ninguna aclaración sobre los nombres de posibles consejeros, se ha mostrado dispuesto a dialogar con el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
