El pleno del Parlament ha aprobado la modificación de la Ley de presidencia en lectura única con los votos del bloque independentista, formado por JxCat, ERC y la CUP, y la oposición de Ciutadans, el PSC, Catalunya en Comú y PPC.
Entre otros aspectos y como tema central, la modificación permitiría una investidura a distancia del expresidente de la Generalitat y líder de JxCat, Carles Puigdemont.
Los grupos contrarios a su tramitación han apelado al dictamen del Consejo de Garantías Estatutarias y a la opinión de los letrados de la Cámara para oponerse a esta, mientras que los grupos favorables han esgrimido la soberanía del Parlament y los derechos de todos los diputados.
Así, la presidenta del grupo parlamentario de Cs , Inés Arrimadas, ha calificado de «demolidor» el dictamen del CGE, el del PSC-Units, Miquel Iceta, les ha pedido que «no caigan en el mismo error» que el 6 y 7 de septiembre; el de CatECP , Xavier Domènech, ha defendido que un debate así requiere tiempo y no urgencia y desde el PPC, Santi Rodríguez, ha recordado que el dictamen del Consejo se hizo «por unanimidad».
El diputado de Ciutadans Carlos Carrizosa, incluso, ha pedido que se leyeran dos puntos del dictamen en la Cámara, lo que ha hecho el vicepresidente segundo del Parlamento, José María Espejo Saavedra, del mismo grupo parlamentario.
Moncloa presentará recurso
El Gobierno español ya anunció ayer que tenía preparado el recurso para interponer al Tribunal Constitucional contra la modificación de la ley de Presidencia.
Ante el movimiento del Estado, el portavoz de JxCat , Eduard Pujol, ya dejó claro en su día que descartaba forzar la Mesa del Parlament que preside Roger Torrenta a la desobediencia para investir Puigdemont. A pesar de esto, se ha adaptado la ley de presidencia para dejar abierta la opción de una investidura a distancia en el futuro.
