En el PP no dejan pasar ni una. Aunque sepan que pueden estar metiendo la pata. Las redes son el terreno donde lo pueden hacer mejor sin que se note cuando no aciertan, porque una muchedumbre de adeptos tapará su error y, incluso, querrá darle la vuelta. La semana pasada, la dirigente y diputada del PPC, Andrea Levy, protagonizó uno de estos momentos.
Cogiendo una imagen del presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, haciendo declaraciones a la prensa desde Ginebra, criticó la visita oficial del presidente del Parlament asegurando que sólo interesaba a los independentistas. Para hacerlo, señalaba que tres de los cuatro micrófonos que se veían en la foto eran de lo que ella denominaba «medios separatistas». Varios periodistas de los que estaban en Ginebra le explicaron que se equivocaba y que a pesar de que la perspectiva de la foto no permitiera verlo, había más micrófonos de medios españoles e internacionales y que detrás de las cámaras había redactores de diarios europeos.
Ella, pero, quiso darle la vuelta y entonces quiso vincular los medios con micrófono visible con el sectarismo. Y de repente, centenares de retuits y respuestas convertían el error de Levy en un supuesto golpe de la popular a los independentistas. Es de suponer que ella quedó satisfecha, pero la realidad fue que aquellos medios que ella quería ridiculizar sólo hacían lo mismo que otros a los cuales ella adora por su línea editorial cercana al PP.
