La celebración de la Diada de Sant Jordi de este año en Cataluña está marcada por la falta de gobierno en la Generalitat y por la aplicación del artículo 155 de la Constitución que de el control de las instituciones catalanas al gobierno central.
De hecho, este será el primero Sant Jordi desde 1434 que no se celebra la Misa de Sant Jordi en la capilla del Palau de la Generalitat, a oarte de los años de la Guerra Civil, y tampoco se hará la tradicional bendición de rosas dn el patio de los carruajes de palacio.
La fiesta de la rosa y el libro tampoco contará hoy con el tradicional discurso del presidente del gobierno catalán, porque todavía no se ha investido ningún presidente de la Generalitat después de las elecciones al Parlamento de Cataluña del pasado 21 de diciembre.
En este escenario, el autoproclamado «Gobierno de la República» encabezado por el expresidente huido de la justicia española, Carles Puigdemont, ha hecho pública una nota en la cual reivindica las figuras de Manuel de Pedrolo y Pompeu Fabra.
En el texto se puede leer que «la censura y el exilio de los que ellos fueron víctimas son algunos de los dragones que a menudo han probado de malograrnos como pueblo», añadiendo que «el espíritu de alegría y generosidad que impregna nuestro país cada Diada Sant Jordi nos ha hecho irreducibles».
