La Guardia Civil detuvo una integrante de los CDR de Viladecans por las jornadas de protesta a raíz de los encarcelamientos de independentistas. La fiscalía la acusó de rebelión y de terrorismo, comparando estas acciones con la kale borroka. Cs, que vio la oportunidad de rascar, habló de «comandos» cuando se refería a los CDR, celebró la acusación de terrorismo y dijo que «los independentistas no condenan la violencia».
En varias ocasiones fueron preguntados por la prensa si pensaban que en Cataluña había terrorismo. «No valoraremos esto» y «de esto no opinaremos» fueron sus respuestas. Después, la Audiencia Nacional dejaba en libertad la detenida y no aceptaba los graves delitos atribuidos por la fiscalía. Y Cs continuaba sin querer responder si continúa pensando que en Cataluña hay terrorismo. Jugar con conceptos tan graves puede acabar mal.