La Mesa del Parlament ha acordado tramitar la reforma exprés de la ley de presidencia para poder investir un presidente a distancia.
El grupo de Carles Puigdemont había impulsado esta iniciativa para facilitar la elección del presidente cesado, un escenario que ya está descartado después de que el mismo Puigdemont renunciara a ser nombrado presidente.
A pesar de todo, Junts per Catalunya sigue adelante con ella, y la mayoría independentista de la Mesa la ha admitido a trámite con el objetivo de aprobarla con el procedimiento de lectura única.
Los grupos constitucionalistas se han opuesto a su tramitación. El PSC ya ha anunciado que solicitará la reconsideración de la admisión, por eso disponen de 48 horas. El movimiento de los socialistas catalanes tiene escasas probabilidades de prosperar, puesto que la mayoría independentista de la Mesa quiere dar curso a la reforma de la ley de Presidencia.
Después de estudiar la reconsideración, se abrirá un periodo para solicitar un dictamen en el Consejo de Garantías Estatutarias.
A pesar de que el informe de los letrados del Parlament sugiere que la reforma se tramite por el procedimiento ordinario una vez haya gobierno, la mayoría independentista a la Mesa ha acordado tramitarla porque el pleno lo apruebe en lectura única, como propone Junts per Catalunya en solitario.
No está claro cuando se podrá llevar a pleno la votación de la reforma. El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha sorprendido hoy a los diputados al convocar un pleno pero no poner fecha. Y es que Torrent está a la espera de las negociaciones entre Junts per Catalunya y ERC para designar un candidato y fijar el debate de investidura.
