La mujer de Carles Puigdemont tenía previsto grabar el primer programa de entrevistas televisivas para el que ha sido contratada en La Xarxa (XAL-Xarxa de Comunicació Local SA), empresa de productos audiovisuales dependiente de la Diputación de Barcelona. Se trata del programa de dos horas semanales que Marcela Topor ha estado haciendo en inglés para El Punt Avui TV hasta que fue despedida por el ERE que presentó la empresa debido a los recortes en las subvenciones que recibía de la Generalitat a raíz de la aplicación del artículo 155.
Ha trascendido que este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, estaba todo a punto para que la esposa de Puigdemont trabajara grabando su primer programa de La Xarxa en un restaurante de Barcelona. La grabación de hoy, sin embargo, se ha acabado anulando por una conversación de ascensor entre una representante sindical de la empresa y el consejero delegado de La Xarxa, Francesc Pena. En esta conversación la periodista sindicalista le ha hecho notar a Pena el despropósito de hacer trabajar a todo el equipo humano que pone La Xarxa a disposición de Topor y, de hecho, a la propia mujer de Puigdemont el 8-M. Cuando Pena se ha dado cuenta de la pifia, ha desconvocado deprisa y corriendo la grabación, aunque se da la circunstancia de que el restaurante que hará de plató televisivo ya había sido pagado para hacer la grabación.
La Xarxa le paga a Marcela Topor 6.000 euros al mes por su programa semanal, que se prevé que se alargue hasta el próximo mes de junio, cuando finaliza el contrato, momento en que Topor habrá cobrado un total de 42.000 euros de la empresa de la Diputación de Barcelona, en manos del PDECat. Ya se sabe, también, que La Xarxa ha pactado con la mujer de Puigdemont que el programa se podría ampliar más allá de junio en función de la audiencia que tenga.
