Un informe de la Guardia Civil afirma que Josep Lluís Trapero afirmó ante a sus subordinados, después de la celebración de la consulta independentista del 1-O, que «tenían que ser conscientes que lo que querían (el Estado) es hacer desaparecer el cuerpo y que por eso el miedo no les podía vencer».
Según ha avanzado la Cadena SER, Trapero afirmó ante los mandos de los Mossos d’Esquadra que «hemos hecho lo que debíamos hacer y lo que queríamos hacer, no nos podemos permitir que dirijan nuestras actuaciones».
El informe de la Guardia Civil con estas declaraciones de Josep Lluís Trapero, que está acusado de un doble delito de sedición, ya se encuentra en manos de la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, desde el pasado 22 de febrero.
El ex-máximo responsable policial de los Mossos hizo estas afirmaciones doce días después de la celebración del 1-O en una reunión que mantuvo con la cúpula policial catalana con los mandos de las diferentes brigadas y miembros de escalas inferiores para analizar el trabajo de la policía catalana desde los hechos del 20-S, en el departamento de Economía, y hasta el dispositivo policial del 1 de octubre.
En este contexto, Josep Lluís Trapero afirmó que la «gestión de los atentados había provocado una fotografía que no gustaba nada al resto del estado, puesto que les había posicionado como una policía integral, con capacidad de reacción y especialización».
Para Trapero la imagen dada de gestión y liderazgo en la gestión de los atentados provocó una campaña de descrédito constante hacia los Mossos por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y que esta campaña continuaba especialmente ante los hechos del 1 O.
Josep Lluís Trapero dijo a sus subordinados que «tenemos que ser conscientes y tener muy presente que desde la Guardia Civil y la Fiscalía construyen un delito de sedición con diez ejemplos de actas o vídeos de actuaciones poco rigurosas».
