El último episodio del serial del proceso ha llevado la actualidad hasta Ginebra. Después de semanas desaparecida, la exdiputada de la CUP, Anna Gabriel, se dejó ver la semana pasada desde Suiza para avisar que se consideraba exiliada, que no pensaba acudir a la cita con el Tribunal Supremo y criticar el Estado. Lo hizo a través de una entrevista en la televisión pública helvética.
Su imagen ocupó toda la semana televisiones y diarios. Pero curiosamente, muchas de las piezas que se publicaban hablaban de sus cabellos, más largos que antes, de la dulzura que emitía, o de su aspecto físico en general. Un diario estatal de tradición monárquica incluso llevó la cuestión del cabello de Gabriel a su portada. Curiosa manera de analizar la política.
