El ex-entrenador del FC Barcelona Josep Guardiola ha levantado este fin de semana su primer trofeo en el fútbol inglés, después de que su equipo, el Manchester City, se impusiera por 3-0 al Arsenal en la final de la Copa de la Liga. La previa del partido había quedado marcada por la apertura de un expediente por parte de la Football Association (FA, la federación inglesa) al técnico de Santpedor por el hecho de llevar durante los partidos el lazo amarillo con que el independentismo catalán reclama la excarcelación de Oriol Junqueras, Joaquim Forn y los Jordis.
Con la victoria en el bolsillo, Guardiola ha manifestado que seguirá llevando el lazo, decisión que defiende como «un tema de humanidad», y ha destacado que las posturas de la UEFA y la FA, en este sentido, divergen.
A partir del misma tarde ha corrido por las redes la crítica que le dedica el periodista de France Football Philippe Auclair: «La defensa de Guardiola de la «humanidad», la condena a la»»detención arbitraria» y el elogio de la «democracia» en su conferencia de prensa en claro contraste con su total falta de respuesta cuando Zahir Belounis, mantenido en Qatar en contra de su voluntad, le mandó una carta abierta pidiendo ayuda».
Desde 2013, Belounis, un ex-futbolista francoargelino, ha pedido ayuda no sólo a Guardiola, sino también al actual entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane. Su caso ha sido uno de los escándalos que han puesto en evidencia la situación de los derechos humanos y las condiciones laborales en el emirato, al que Guardiola apoyó como embajador de la candidatura para organizar el Mundial de 2022 y ha defendido describiéndolo como el país «más abierto» del mundo islámico.
Aunque posteriormente ha elogiado a España diciendo que es un país «acojonante», a menudo se han puesto en contraste sus elogiosas palabras hacia Qatar con el hecho de haber descrito España como un «Estado autoritario» y de haber apelado «a todos los demócratas de Europa y del mundo a apoyarnos en la defensa de los derechos hoy amenazados en Cataluña como el derecho a la libertad de expresión política y el derecho a voto».
Además, Human Rights Watch ha descrito Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), como un agujero negro para los derechos humanos más básicos, y considera que el Manchester City sirve a la familia gobernante para cultivar una imagen positiva que le ayuda a desviar la atención de los problemas del país. Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, el dueño del City, es miembro de la familia que manda en Abu Dhabi. Su medio hermano Jalifa es el emir de Abu Dhabi y el presidente de los EAU. Uno de sus hermanos, el príncipe Mohammed, es vicecomandante supremo del ejército de los EAU y príncipe heredero de Abu Dhabi. En la rueda de prensa posterior al partido, Guardiola ha felicitado a todo el club, citando específicamente a Mansour, por el título conquistado.
Guardiola’s defence of ‘humanity’, condemnation of ‘arbitrary detention’ and praise of ‘democracy’ in his press conference in stark contrast with his total lack of response when Zahir Belounis, kept in Qatar against his will, sent him an open letter, begging for help.
— Philippe Auclair (@PhilippeAuclair) 25 de febrer de 2018
