Centenares de personas han protestado por el centro de Barcelona, convocados por los Comités de Defensa de la República (CDR), por la presencia de Felip VI en Barcelona con motivo del Mobile World Congress. Es la primera visita del rey en Cataluña desde su discurso del 3 de octubre.
Los manifestantes traían cazuelas, silbatos, lazos amarillos y estelades, y se han sentido gritos de «Libertad presos políticos», «Fuera el borbón» o «Las calles serán siempre nuestras».
Los manifestantes estaban convocados en la plaza Urquinaona y en la plaza de la Catedral. El objetivo era acercarse tanto como fuera posible al Palau de la Música porque el monarca pudiera sentir los silbatos y las cazuelas durante la cena. El Palau, donde se hace el acto protocolario de inauguración del Mobile World Congress, estaba blindado.
Desde primera hora de la tarde un gran dispositivo de seguridad, formado por agentes de la casa real, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona, había acordonado y protegido con furgonetas toda la zona del Palau de la Música para impedir el paso de los manifestantes.
El dispositivo se complementaba con agentes en los tejados de los principales edificios y con perros que rastreaban la zona para detectar artefactos. También se han revisado las cloacas.
A tocar del Palau de la Música, se han vivido momentos de tensión cuando los que protestaban contra el rey se han encontrado con un grupo de manifestantes de la concentración pro-Tabarnia que se había hecho en Plaza Cataluña y que se acercaban al Palau para mostrar su apoyo al rey.
Como habían anunciado, ni la alcaldesa Ada Colau, ni el presidente del Parlamento Roger Torrent, ni ningún cargo de la Generalitat, han asistido a la recepción que daba la bienvenida al monarca. Después, en la cena, Colau y Torrente sí que han asistido.
