El mayor Josep Lluís Trapero, responsable de los Mossos d’Esquadra cuando se hizo la consulta independentista del 1-O dijo al coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, que había sido designado coordinador del operativo policial que tenía que impedir la consulta: «limítate a coordinar, el mando soy yo, no tengo que darte cuenta«.
De este modo ha explicado Pérez de los Cobos la descoordinación que hubo entre Policía Nacional y Guardia Civil con los Mossos d’Esquadra y la carencia de voluntad de cooperar por parte de los mandos de la policía catalana durante la jornada del 1-O, en que por orden judicial los cuerpos policiales tenían que haber impedido la celebración de dicha consulta.
Las declaraciones del coronel de la Guardia Civil fueron hechas ante el juez Pablo Llarena en el Tribunal Supremo el pasado 1 de febrero y han sido publicadas por Vozpópuli. En este contexto, Pérez de los Cobos declaró que «no había ninguna duda de que el dispositivo articulado por la dirección de los Mossos estaba encaminado a facilitar el referéndum».
Este miércoles, el coronel Pérez de los Cobos comparece ante la juez Carmen Lamela de la Audiencia Nacional, que investiga al exresponsable máximo policial de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, investigado por el delito de sedición. También este miércoles han trascendido las grabaciones de las conversaciones que mantuvieron las patrullas de la policía catalana con sus mandos durante el 1-O.
En estas conversaciones, se evidencia que los Mossos no tenían claro el papel que tenían que hacer durante la consulta independentista y mostraron sorpresa por el despliegue de Policía Nacional y Guardia Civil y de la actuación de estos cuerpos policiales. Ante la petición de órdenes a sus superiores, los Mossos recibieron la consigna de «priorizar la asistencia a las personas que hayan podido resultar heridas, por favor» y dar consejos a las personas que se encontraran por los alrededores.
En las grabaciones a las cuales ha tenido acceso La Vanguardia, los policías de la Generalitat insisten en el hecho que en los primeros momentos del 1-O no pueden acceder a los colegios electorales porque los concentrados en las puertas de los centros se lo impiden. Otra de las órdenes que reciben los agentes de los Mossos por parte de sus superiores es «que nadie se ponga el caso. El casco, fuera de la cabeza«.
Cuando la situación en algunos colegios electorales fue de enfrentamientos directos entre policía y ciudadanos concentrandos, los Mossos recibieron mensajes que les decían: «usted no intervenga, usted no intervenga» o «por favor, mantengase al margen», e incluso, «salga de la zona de conflicto«.
