Dos movimientos efectuados por el presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, vinculados con la investidura hasta ahora frustrada de Carles Puigdemont han sumado tensión este martes a la relación de Junts per Catalunya (JxCat) con ERC. Además del enfado de los diputados de la candidatura de Puigdemont porque Torrente no ha incluido en la orden del día la modificación que pretendían aplicar a la ley que regula la presidencia, JxCat también ha expresado su malestar con el presidente de la cámara por querer buscar un desatascador a la situación presentando una demanda en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Pese a asegurar que le presupone «buena voluntad», el portavoz de JxCat, Eduard Pujol, le ha reprochado que ha efectuado esta maniobra unilateralmente y sin haberlo comunicado antes a Puigdemont y su equipo jurídico. Considera que la decisión de Torrent «choca frontalmente con estrategias de legítima defensa» y que «estas cosas se tienen que hablar, se tienen que trabajar bien».
Además, ha manifestado que no hay que buscar las garantías para la investidura en Estrasburgo, ya que sostiene que las tienen al alcance. En este sentido, sin embargo, Torrent ha rechazado admitir a trámite la propuesta para modificar la ley que regula la presidencia del gobierno catalán, presentada por JxCat, aduciendo que presenta aspectos contradictorios.
«Ir a Estrasburgo es una iniciativa de Junts per Catalunya que el presidente del Parlament ha decidido llevar adelante. Estamos perplejos al ver que Roger Torrent recibe reproches, no es justo», ha replicado el portavoz de ERC, Sergi Sabrià.
Por su parte, la portavoz socialista Eva Granados ha descrito la decisión de Torrent de recurrir al TEDH como una salida «por la tangente» que «no va a ninguna parte» porque este «es un tribunal de última instancia». Es decir, que habría que agotar primero las vías jurisdiccionales españolas para ir a Estrasburgo. También ha reclamado a Torrent que piense en los derechos de todos los diputados.
