El caso de Jordi Perelló, el mecánico de Reus que fue denunciado por un delito de odio por haberse negado a reparar el coche de una agente de la Policía Nacional, contiene un detalle sorprendente. Según el Colectivo Guilleries, formado por Mossos d’Esquadra «comprometidos con la materialización de la República Catalana y que condena la represión de un estado español demofóbico y autoritario», fue un cabo de los Mossos quien denunció al responsable de aquel taller mecánico.
En el mismo comunicado, remitido en exclusiva a Vilaweb con fecha del 4 de febrero, este colectivo clandestino asegura que el cabo de los Mossos que presentó la denuncia es, de hecho, pareja de la agente policial que quiso reparar el coche en el taller de Jordi Perelló.
Expresa que «deploramos» la actuación de este cabo, del que dice que «tendría que saber que el delito del artículo 510 del Código Penal castiga sólo los ataques dirigidos a grupos de una minoría étnica o religiosa o colectivos tradicionalmente discriminados. Obviamente, ni el CNP [Cuerpo Nacional de Policía] ni la CG [Guardia Civil] no pueden tener esta consideración». «Y si hablamos de actos generadores de odio, un ejemplo paradigmático seria la actuación de estos cuerpos apaleando ciudadanos pacíficos el 1-O», rematan.
Asimismo, el Colectivo Guilleries condena «la posición sumisa y claudicante del jefe ilegítimo del cuerpo, el comisario [Ferran] López, autorizando la introducción de miembros del CNP de paisano en un dispositivo del CME [Cuerpo de Mossos d’Esquadra]».
