Con Joan Tardà y Gabriel Rufián. Antes de visitar los juzgados este martes para declarar como investigado por un delito de odio supuestamente cometido con la publicación de unos mensajes en Twitter, el ex-diputado de Junts pel Sí Germà Bel ha defendido en la misma red social la investidura de Carles Puigdemont cargando contra unas declaraciones del diputado de ERC Joan Tardà.
Tardà había dicho que, si era necesario, los independentistas tendrían que sacrificar la candidatura de Puigdemont, y Bel ha replicado: «¿Cómo fue exactamente aquello de las 155 monedas? ¿Para promover estos mensajes mantenéis los escaños en el Congreso? ¿Es Síndrome de Estocolmo?». El revés iba, claramente, para el también diputado Gabriel Rufián, quien hizo referencia a 155 monedas cuando se daba por hecho que Puigdemont convocaría elecciones anticipadas, si bien negó después que de este modo estuviera comparando al ex-presidente catalán, citando la Biblia, con el apóstol traidor Judas Iscariote y sus 30 piezas de plata.
A la vez, Belio esgrimía contra Rufián el hecho de mantener el escaño. Este es un reproche habitual de los no independentistas contra el diputado de ERC, que se había comprometido públicamente en 2015 a abandonar en 18 meses el Congreso para «volver a la República Catalana». Paradójicamente, también Bel se había comprometido a lo mismo en Twitter. «No entiendo a los que pedís que no discutamos entre independentistas, pero calláis ante unas declaraciones de portavoz de partido que nos debilitan justo en momentos de máxima tensión con el Estado. O sí que os entiendo, vaya», ha piado ahora también Bel.
El reproche tenía lugar dos días antes que, definitivamente, estallaran públicamente las desavenencias soterradas entre Junts per Catalunya y ERC. El detonante ha sido la decisión del presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent (ERC), de aplazar la sesión de investidura prevista para este martes.
