La Moncloa considera que la decissió del presidente del Parlament, Roger Torrent, de aplazar el pleno de investidura del presidente de la Generalitat es la «consecuencia obligada» de la politica hecha por el ejecutivo de Mariano Rajoy contra la investidura de Carles Puigdemont.
El gobierno central interpreta la decissió de Torrent como una demostración de «respeto a la legalidad» a la que se ha llegado gracias a «la acción del Gobierno y de los tribunales».
El líder del PPC, Xavier García Albiol, desde la cámara catalana ha afirmado que «si el Gobierno no hubiera tomado la decisión del recurso al Tribunal Constitucional, Puigdemont hubiera sido investido desde Bruselas».
García Albiol ha añadido que «hemos preservado una cierta normalidad», y ha remachado que «la decisión de posponer el pleno es la más prudente. Ahora el Presidente del Parlament tendría que inaugurar una nueva ronda de consultas para presentar un candidato alternativo».
