La defensa de Carles Puigdemont hace movimientos para sondear al Tribunal Supremo qué pasaría si el presidente destituido por el Estado volviera de Bruselas.
Según publica La Vanguardia, el pasado martes una abogada se puso en contacto con la oficina de Pablo Llarena para cerrar un encuentro informal entre dos abogados del entorno de Puigdemont y el juez del caso.
Una abogada que dijo que actuaba como representante de Puigdemont pidió una cita con el magistrado del Supremo para saber qué tratamiento judicial recibiría el presidente si decidiera volver de Bélgica.
De momento, el magistrado del Tribunal Supremo ha rechazado ningún contacto informal fuera del proceso judicial. Eso sí, les ha reclamado un escrito en que expongan sus intenciones. El tribunal no ha vuelto a tener noticias de la abogada.