El actor Toni Albà, junto con sus hermanas Núria, Natàlia y Montse, han hecho una fuerte inversión para recuperar el clásico restaurante Peixerot de Vilanova i la Geltrú, que han rebautizado como 1918, en referencia al año de su fundación. Este establecimiento, ubicado en el paseo Marítimo de la capital del Garraf, está especializado en cocina tradicional, pero con un plus de sofisticación que explica el alto precio que cuesta comer en él (más de 50 euros por persona).
Desde hace unos días, el restaurante 1918 sufre un ataque masivo de boicot y desprestigio a través de las redes sociales. Todo empezó con el poema que Toni Albà dedicó, durante la pasada campaña electoral, a una tal Inés, a quien tildaba de «mala puta». Aunque no mencionaba su apellido, es evidente que esta «Inés» era la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas.
A raíz de este insulto grosero y gratuito, a través de las redes sociales se hizo público que Toni Albà era socio y promotor del restaurante 1918 de Vilanova i la Geltrú. Y esto ha desatado, desde sectores españolistas intransigentes, una campaña donde se anima a hacer boicot a este establecimiento y a llenar con comentarios negativos las webs que, como Tripadvisor, valoran la calidad de los servicios de hostelería a partir de las opiniones de sus clientes.
Toni Albà no es el único independentista que sufre represalias en sus intereses empresariales por sus salidas de tono. La ex-diputada de la CUP, Mireia Boya, también ha sufrido ataques parecidos a través de las redes sociales contra la casa de turismo rural Borda Guilhamuc que explota, junto con su hermano, en Les (Valle de Arán), que en los últimos meses ha recibido pésimos comentarios de supuestos clientes en Tripadvisor.
