¿Qué escándalo afecta al Comú de Andorra la Vella?

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El sector de las obras públicas es, tradicionalmente, uno de los focos de actividad empresarial que más corruptelas provocan. Esto lo conocemos bien en Cataluña y en España, donde son innumerables los marros que han protagonizado en los últimos años las empresas constructoras que reciben contratos de la administración.

Ahora, esta plaga también ha infectado el Principado de Andorra y, en concreto, la capital del país pirenaico, Andorra la Vella. Desde que el partido Demócratas por Andorra (DA) ganó las elecciones comunales (municipales) del 2015, la empresa Trabajos Públicos Comesa está siendo la adjudicataria de numerosas obras que encarga el gobierno presidido por Conxita Marsol (en la foto).

La particularidad es que Trabajos Públicos Comesa está vinculada familiarmente al responsable del departamento de Urbanismo y Aparcamientos, Josep Antoni Cortés. Esta relación de parentesco, que no está prohibida por la legislación andorrana, causa una gran indignación en el resto de empresas constructoras del Principado, que ven indicios de favoritismo y desviación de poder.

En los últimos dos años, Trabajos Públicos Comesa ha recibido numerosas adjudicaciones del Comú (Ayuntamiento) de Andorra la Vella. Algunas, a dedo, pero otras –obligado por su importe- a través de concursos públicos, donde esta empresa siempre presenta unas ofertas muy bajas. El secreto es que el precio de la adjudicación se acaba incrementando al final debido a «reformas imprevistas» que hay que hacer al proyecto aprobado, un truco que durante años también se ha aplicado en Cataluña en los concursos de obras públicas y que escondía prácticas corruptas.

Es el caso, por ejemplo, de una de las últimas adjudicaciones recibidas por Trabajos Públicos Comesa en Andorra la Vella: la obra le fue encargada por 237.449,89 euros, pero la factura final se incrementó en 46.286,31 euros más (el 19,49%). El límite vigente en el Comú en el cual se puede hacer un reformado, sin tener que hacer un nuevo proceso de adjudicación, es precisamente del 20%.

Según informa el diario digital Altaveu, este descarado trato de favor que recibe la empresa del hermano del consejero de Urbanismo de la capital del Principado ha derivado en un verdadero escándalo en el sector de la construcción que, eso sí, protesta en voz baja por miedo a sufrir represalias. La cónsul (alcaldesa) Conxita Marsol tiene una patata caliente con el caso Trabajos Públicos Comesa que amenaza su ambiciosa carrera política.

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