Los domingos, cuando no hay trabajo, son letales para quienes usan Twitter para entretenerse. En estas horas vacías es cuando se sueltan los pensamientos más íntimos y las consecuencias no acostumbran a ser demasiado positivas, como constató Jordi (Hernández) Borrell, que ha visto arruinada su brillante carrera profesional como director del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la UB por un tuit desafortunado que escribió, el domingo 10 de diciembre, sobre los esfínteres de Miquel Iceta y que ha provocado su dimisión. ¡Qué manera más estúpida de perder el cargo!
Lo ha comprobado también el productor y presentador de TV3, Toni Soler, que a cuatro días de las elecciones del 21-D soltó este tuit la tarde de este domingo día 17: «Media ERC está cayendo –¡una vez más!- en los complejos y el chantaje emocional de siempre. Y la otra media se puede rebotar y entregarse a la CUP, cosa que nos acerca al bloqueo».
En el campo soberanista, esta convocatoria electoral se vive con una gran hipersensibilidad y los nervios a flor de piel, con el candidato de ERC, Oriol Junqueras, en la prisión de Estremera, y el de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, en Bruselas. Toni Soler, que por su trabajo en una televisión pública tendría que ser muy comedido, cargaba en este tuit contra la campaña «emocional» que está haciendo Carles Puigdemont para acaparar el espacio social del independentismo, haciendo la competencia a Oriol Junqueras, y daba por hecho que la CUP pondrá todos los obstáculos imaginables para facilitar la investidura del próximo presidente, en el supuesto de que el bloque secesionista consiga la mayoría absoluta en las urnas.
Este ataque de Toni Soler contra el candidato de Junts per Catalunya y la CUP, en vísperas de las elecciones, ha provocado un alud de respuestas en Twitter, algunas de ellas muy agresivas contra el director de los programas Polònia y Està passant. Toni Soler se ha convertido en un referente mediático del mundo independentista y, por eso, su descarado partidismo a favor de ERC ha provocado un evidente malestar en las redes sociales por parte de quienes simpatizan con la candidatura del presidente de la Generalitat cesado o con la CUP.
En el año 2014, a raíz de otra polémica provocada por un tuit suyo, Toni Soler decidió darse de baja de esta red social. Pero no pudo resistir el mono y volvió a la carga al cabo de poco tiempo.