El bucle del proceso

He soñado que después del 21D todo quedaba más o menos como estaba antes del 155: la tripleta independentista sacaba mayoría. Entonces, a trompicones, conseguía formar gobierno. Aunque la CUP, testaruda, reclamaba la unilateralidad del proceso, los otros dos, gatos escaldados, acordaban dialogar con Madrid una salida al callejón sin ídem. El gobierno español se negaba alegando desproporción en las demandas. Tras el portazo, el nuevo gobierno catalán, airado, decidía recuperar la unilateralidad. El gobierno español reaccionaba aplicando de nuevo el artículo 155 de la Constitución -el que okupa la Generalidad. A partir de aquí, se cesaba el gobierno catalán y se convocaban elecciones. En aquellas segundas elecciones, el bloque independentista sacaba mayoría y, a pesar de las reticencias de la CUP, ERC y JxCat elegían renunciar a la unilateralidad y dialogar y pactar una salida con el gobierno de Madrid; este embargo, éste se cerraba en banda y, ante ello, el tripartito recuperaba la idea de la unilateralidad y el gobierno español contraatacaba con el polémico artículo 155, lo que significaba el cese del gobierno y la convocatoria de elecciones. Las elecciones las ganaba…

Al final me he despertado y, así, he conseguido salir del histérico bucle. Llevaba un montón de elecciones, renuncias unilaterales, intentos de diálogo, pactos frustrados, retornos a las unilateralidades, aplicaciones del 155, ceses de gobiernos, convocatorias de elecciones… Como Groundhog Day, el sueño o la realidad nos atrapa en el tiempo.

Dicen las encuestas, aquellas que siempre fallan, que puede pasar de todo. Es curioso que le prestamos tanta atención a algo que, invariablemente, suele fallar. Es más, cada encuesta dice algo diferente; así, cada uno puede elegir la que mejor le convenga. He leído que ganará Esquerra, pero también que lo hará Ciudadans, e incluso JxCat. Donde hay más acuerdo es en la derrota: todas le otorgan el ‘privilegio’ al PP. Las encuestas también difieren en cuestión de mayorías; las unas dicen que el bloque independentista sacará mayoría absoluta, pero otras lo niegan. Yo he hecho una encuesta en mi entorno más inmediato y me sale que todo quedará más o menos como estaba; de ahí debe venir el histriónico sueño. Así, si todo queda como estaba, ¿cómo se resuelve el conflicto? Aunque ahora, después de los desproporcionados e injustificables encarcelamientos, se matiza la unilateralidad, las posiciones no han variado demasiado más. Por ello, el callejón sin salida se mantiene. Entonces, en caso de reiterar los resultados (aprox.), ¿volvemos al 155 y así hasta el infinito del sueño o hasta que salga una variable que satisfaga a los que mandan? Cuando era pequeño, y jugaba al baloncesto con mi padre, él me pasaba el balón para que yo lo lanzara a la canasta hasta que lo entrara… ¿Haremos esto?

A mí, la verdad, me gustaría que en las elecciones del 21D Cataluña desempatase, y el hámster dejara de rodar. Aunque no me gusta ponerlos a todos en el mismo saco, la mayoría política de este país me ha decepcionado extraordinariamente; unos por injustos y un poco bárbaros, y los otros por soñadores y un poco inconscientes. Total, las encuestas no lo dicen, pero me juego un guisante que esta vez el PACMA -partido animalista- sacar representación.

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