Miquel Iceta sube como la espuma

El paso atrás de Carme Forcadell y de los miembros de la Mesa del Parlament ante el Tribunal Supremo y el fracaso absoluto de la huelga del 8 de noviembre, en el sentido que la inmensa mayoría de empresas y comercios abrió con normalidad, abren un nuevo escenario político en Cataluña.

La agresividad de la ofensiva independentista, con cortes de carreteras y trenes que han perjudicado a miles de trabajadores, ha acabado generando poderosos anticuerpos: la indiferencia y la equidistancia ya han transmutado, directamente, en hostilidad abierta y desacomplejada hacia todo aquello que tenga que ver con el movimiento estelado. El daño económico que provocan y la incertidumbre que crean son excesivos y quedarse quieto es hacerles el juego. Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, ya han catado el precio que comporta el acercamiento al mundo independentista compartiendo, a cambio de copiosas subvenciones de la Generalitat, la canción del «derecho a decidir». A la hora de la verdad, los acaban despreciando, pitando e insultando.

En el campo secesionista, la convocatoria del 21-D también ha acabado haciendo estallar las tensiones latentes que marcaron la legislatura disuelta anticipadamente por Mariano Rajoy con la aplicación del artículo 155. Del pressing CUP hemos pasado al pressing ERC. El mariscal Oriol Junqueras se cree en condiciones de hacer el sorpasso a Convergència-PDECat en el Parlament de Cataluña, como ya ha sucedido en las pasadas elecciones generales y europeas, y ha decidido que el old party catalán concurra, en esta ocasión, con las siglas propias, finiquitando la coalición de Junts pel Sí y la «gran lista de país» que promueve, desde su refugio en Bélgica, el ex-presidente Carles Puigdemont.

Dos manifiestos –respublica.cat y llistaunitaria.ca- promueven desde las redes la concreción de una candidatura unitaria de todas las fuerzas indepes, poniendo al frente a los miembros del ex-gobierno de la Generalitat represaliados y a los dos Jordis. Pasado el plazo para la presentación de coaliciones electorales, que acabó el día 7, la posibilidad que ahora se divisa es la formalización de una asociación de electores, que debería tener el apoyo mínimo de 55.000 firmas, y que tiene como fecha tope de presentación ante la Junta Electoral el próximo viernes, día 17. Esta estrategia, objetivamente, beneficia al PDECat que, si se presentara en solitario el 21-D, está abocado a una dolorosa derrota. Curiosamente, la ANC, que está dirigida por personas muy próximas a ERC, alienta oficiosamente esta candidatura transversal en forma de asociación de electores.

En los próximos días, y hasta el viernes 17, asistiremos a una sonada guerra civil entre los militantes y los entornos propagandísticos de ERC, el PDECat y la CUP a cuenta de esta lista unitaria. Será el momento que unos y otros se quiten las caretas y muestren las miserias de las ambiciones de poder y de reparto del pastel y de poltronas que esconden. Si hay asociación de electores querrá decir que la línea jerárquica Jordi Pujol-Artur Mas-Carles Puigdemont, amenazada por la inminente sentencia del caso Palau y los procesos por corrupción, habrá ganado, una vez más, la partida a ERC.

Si, en cambio, Oriol Junqueras resiste la ofensiva que le montarán por tierra, mar y aire y mantiene la lista de ERC, querrá decir que Convergència, ahora transmutada en PDECat, quedará sepultada en el cementerio de la historia. Argumentos para rechazar la asociación de electores hay un montón (menos presencia en los espacios electorales, problemas de financiación, debilidad de las estructuras de los partidos, peligro de quedar en minoría en el futuro Parlament…), pero también a favor: es la última tabla de salvación del movimiento independentista si, realmente, quiere perseverar en su voluntad de convertir Cataluña en un nuevo estado, aunque la Unión Europea le haya reiterado rotundamente que no. Una «gran lista de país» podría ser el catalizador que movilizara la masa secesionista, muy tocada emocional y anímicamente por el encarcelamiento de sus líderes y por el coitus interruptus de Carme Forcadell, pero se lo jugaría al todo o nada, puesto que necesitaría superar el 50% de votos y escaños el 21-D, un hito muy difícil de lograr, puesto que la presencia de la CUP en esta candidatura asustaría a muchos votantes conservadores.

Haciendo prospectiva, hay que prever que ERC irá por libre a las elecciones y que, según las encuestas, será el partido más votado, pero muy lejos de la mayoría suficiente. ¿Reeditará Oriol Junqueras la alianza independentista (si suma) con el PDECat y la CUP? Todo hace prever que no. En todo caso, buscará acuerdos con los comunes y con el PSC para crear un nuevo tripartito, ahora bajo su batuta. Pero los socialistas están muy quemados de sus pasadas experiencias de gobierno con ERC, que consideran un partido tóxico y muy poco de fiar que acaba pringando a quien se lía con él.

Por el contrario ¿se convertirá Miquel Iceta en el hombre de consenso que pueda atraer la confianza de Catalunya en Comú y del PDECat para aislar a los radicales Oriol Junqueras e Inés Arrimadas? Las encuestas soplan a favor del líder socialista, que en los últimos días, según se constata, está subiendo como la espuma, especialmente en los influyentes medios empresariales, después de su apuesta claramente centrista y catalanista. Miquel Iceta emerge como la persona que puede pilotar la anhelada distensión y la necesaria negociación con Madrid para reconstruir los puentes rotos.

En esta ecuación queda colgada la figura del ex-presidente autoexiliado Carles Puigdemont. Si no prospera la «gran lista de país» –como todo parece indicar- se quedará compuesto y sin novia y, tarde o temprano, volverá a Girona con el rabo entre las piernas y teniendo que pasar cuentas con el juez Pablo Llarena, que ya sabe que le pedirá una fuerte fianza si, previamente, acata el respecto a la Constitución y a todo lo que de ello se deriva. Es la puerta que también tienen abierta los Jordis y los ocho ex-consejeros para salir de las prisiones donde permanecen actualmente y sus abogados ya han tomado nota de la eficaz estrategia de su colega Andreu van den Eyden.

(Visited 18 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario