El Tribunal Constitucional ha adoptado tres decisiones de peso este miércoles sobre el proceso catalán. Por un lado, como se esperaba, ha anulado la declaración de independencia acordada por la mayoría independentista del Parlamento de Cataluña y también ha declarado inconstitucional la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República. En definitiva, ha tumbado los dos acuerdos parlamentarios del 27 de octubre sobre la declaración de independencia.
Por otro lado, el Constitucional ha decidido denunciar nuevamente por desobediencia a la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, y a los miembros de Mesa que tramitaron la propuesta de resolución que contenía, en su preámbulo, la declaración de independencia.
En tercer lugar, por otro lado, el Constitucional ha decidido levantar las multas de 12.000 que impuso a los miembros de la sindicatura electoral del 1-O, entre ellos el alto cargo de la Generalitat Josep Maria Jové, que fue cesado precisamente para que no tuviera que pagar la multa.
