Carles Puigdemont sopesa pedir asilo en Bélgica para eludir la acción de la Justicia española, que podría juzgarlo por rebelión, sedición, malversación y otros delitos.
El presidente destituido de la Generalitat se ha entrevistado esta tarde con un abogado especializado en derechos humanos que en el pasado ha defendido a miembros de la banda terrorista ETA para asesorarse sobre las posibilidades de recibir protección internacional en Bélgica.
Se trata de Paul Beckaert, el abogado que consiguió evitar la extradición en España de la etarra Natividad Jauregui, localizada en Gante después de 34 años a la fuga.
El viaje de Puigdemont y sus ex consejeros a Bruselas se produce un día después de que el secretario de Estado de Asilo, el soberanista flamenco Theo Francken, dijera que «no era irrealista» pensar que hubieran políticos catalanes que buscaran asilo en Bélgica, uno de los pocos países de la Unión Europea que «en casos excepcionales» ofrece asilo a los ciudadanos comunitarios.
El primer ministro belga, Charles Michel, le llamó inmediatamente al orden, igual que hicieron sus otros dos socios de coalición. El líder de la oposición socialista francófona, Elio Di Rupo, ha pedido a Michel que dé explicaciones sobre la visita de Puigdemont. «Está en juego la credibilidad del país», ha advertido.
