Podemos ha desplazado al secretario general de Podem, Albano Dante-Fachín, y ha decidido este domingo convocar una consulta para que sus bases catalanas voten sobre una confluencia con Catalunya en Comú, la formación de Ada Colau y Xavier Domènech.
Esta es la reacción de la cúpula que encabeza Pablo Iglesias respecto a la aproximación de Podem a los independentistas, que levantó críticas como las que expresó, por ejemplo, Carolina Bescansa. Fachín, ahora desautorizado, de hecho, había declarado que participar en las elecciones del 21 de diciembre, convocadas por el presidente español Mariano Rajoy, sería «una enorme contradicción». También se había mostrado partidario de formar un frente común con fuerzas independentistas y de no presentarse a las elecciones de diciembre «mientras hay gente en la cárcel», en referencia a los Jordis.
Iglesias, en cambio, dijo que la declaración unilateral de independencia era «ilegítima». Podemos, asimismo, ha aclarado que no se presentará el 21-D con ninguna fuerza política independentista. Por su parte, el sector anticapitalista de Podemos había reconocido la República Catalana.
Podemos expone seis motivos para justificar su maniobra. Considera que «la falta de información y el comportamiento de nuestros diputados» durante la votación del viernes en el Parlamento de Cataluña generó «intranquilidad» en la dirección del partido y «dañó nuestro prestigio». También esgrime el hecho de que una diputada, Àngels Martínez, no votara contra la resolución de la DUI y saludara la «nueva República Catalana», así como las manifestaciones de Fachín. Además, también destaca como una premisa de su decisión la negativa de Catalunya en Comú a confluir el 21 de diciembre con fuerzas independentistas.