El Gobierno no enviará por ahora a Bruselas las previsiones de crecimiento para el año que viene, porque teme que tenga que rebajarlas si persiste el desafío soberanista. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho después de la reunión del Consejo de Ministros que «si no hubiera una rápida solución» el Ejecutivo se vería «obligado» a bajar «las previsiones de crecimiento del 2018». En principio, el Gobierno había proyectado una previsión del crecimiento del 2,6% para el año próximo.
«La Generalitat está creando todas las condiciones para sumir Cataluña en una profunda recesión», ha añadido.
Siguiendo esta línea, ha afirmado que en Cataluña la inversión se ha contraído un 10%, una «parada», mientras que en España la media es de un 13% de crecimiento.
Así mismo, otro de los sectores afectados por la incertidumbre es el turismo, con una caída «dramática» de hasta el 30% en las reservas en Barcelona. «Se está perjudicando la marca Cataluña y la marca Barcelona», ha dicho
En este contexto, Santamaría ha exigido al jefe del Ejecutivo catalán que responda al requerimiento enviado el miércoles por Moncloa, porque «todavía está a tiempo» de recuperar «la normalidad institucional y recuperar la estabilidad».
«El Gobierno ha planteado a Puigdemont una pregunta sencilla para acabar con un problema complejo», ha sentenciado la vicepresidenta. El presidente tiene que contestar antes de lunes si declaró la independencia.