Las manos en el aire y largos silencios condenatorios a las represiones policiales del pasado domingo, en qué muchos catalanes salieron a votar el referéndum independentista, están protagonizando las concentraciones que desde las seis de la tarde se celebran en toda Catalunya.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el vicepresidente del Gobierno, Oriol Junqueras, han hecho antes llamamientos a la calma y a la actitud pacífica en las concentraciones y manifestaciones de este día 3 de octubre, día en que se ha convocado una huelga general y un «paro de país», en protesta por la actuación policial del pasado domingo.
Mossos d’Esquadra ha ido más allá y ha dicho a través de su cuenta de Twitter que, si se detectan personas con «actitudes reprobables y violentas», se ponga en conocimiento de la policía catalana. También exigen no contribuir al clima de «crispación» y piden a los manifestantes «aislar los comportamientos violentos» hasta esperar su llegada.
Desde las entidades se alerta de la posible presencia de infiltrados policiales en las concentraciones para crear escenas de tensión. Así lo ha explicado el presidente de la ANC, Jordi Sànchez: «Hoy el paro no genera ningún incidente grave, y seguro que ahora mismo ya hay mentes perversas que quieren romper esta paz con personas infiltradas. Tienen miles de agentes que pueden salir de paisano hoy a provocar».
Los bomberos han vuelto a ser unos de los protagonistas principales de las concentraciones que se han celebrado de manera masiva en multitud de pueblos de todo Catalunya.
