El Hotel Vila de Calella ha decidido echar a los más de 200 agentes de la Guardia Civil que alojaba. La decisión, según fuentes del ayuntamiento, lo ha tomado la familia propietaria del negocio después de unos disturbios esta madrugada. El sindicato AUGC, y un abogado en representación de la Benemèrita, ya han anunciado que se querellarán contra el consistorio porque consideran que se ha coaccionado el hotel.
Los agentes de la Guardia Civil que se alojavan en el Hotel Vila de Calella recibieron ayer domingo por la noche la visita de cincuenta vecinos que fueron para recriminarles las cargas policiales contra los ciudadanos que participaron en la jornada del 1-O. Los agentes llamaron a los Mossos d’Esquadra.
Los agentes que pernoctaban en el hotel, no contentos con la reacción de los Mossos, decidieron hacer justicia por su cuenta. Salieron fuera, vestidos con ropa de calle, y a pesar de estar fuera de servicio, usaron porras extensibles para cargar contra la manifestación.
Este lunes, horas después de este incidente, los 200 agentes de la Guardia Civil que pernoctaban en esta población del Maresme han sido obligados a dejar el Hotel Vila.
